Puedo deciros que es duro, sobre todo en bebés, por la incertidumbre y por tener que obligarles sin poder explicarles el por qué, pero ante todo tenemos que pensar que es por su bien y que estamos en un hospital rodeados de profesionales por si nos hicieran falta ;)
Os recomiendo que os llevéis una mochila cargada con:
- Juguetes.
- Tablet (si la usan).
- Papeles y pinturas.
- Su peluche preferido.
- Ropa para cambiarles (por si se manchan o vomitan).
- Pañuelos de papel.
- Babero.
- Un par de pañales extra.
- Un paquete de toallitas.
- Comida y bebida para los papás.
- Una o dos camisetas extras por si cuando el peque se mancha también os mancha a vosotros.
En resumen y lo más importante, cualquier cosa que les entretenga, y una buena dosis de paciencia.
Otro consejo que os doy es que aviséis a los familiares que lo sepan (principalmente abuelos) que estén tranquilos y no os atosiguen con el móvil, ya se irá avisando cuándo y cómo se pueda.
En nuestro hospital la prueba comienza dando al niño una dosis pequeña, después una espera de 20 minutos, una dosis más grande y otra espera. Así hasta que se terminan la cantidad del alimento en cuestión.
Puede ocurrir que, dadas las horas que son (las 9/10 de la mañana) el niño no quiera comerse un puré, así que como os decía hay que cargarse de paciencia y mucha imaginación.
En nuestra primera experiencia, por motivos que no vienen al caso, la niña no pudo acabarse el puré y tenemos que repetir la prueba. Espero que a la segunda vaya la vencida y no tengamos que esperar a una tercera.
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