Durante el embarazo me había informado y tenía clarísimo que quería un sacaleches eléctrico, pero me aconsejaron que esperara a dar a luz para comprarlo y ver cómo iba la lactancia.
Llegó el momento de ser mamá y lo necesité. Fui a la farmacia, y la farmacéutica (conocida de hace años) me dijo que el eléctrico era una tontería, que el manual no hacía nada de daño y bla bla bla...
Al final caí, y me compré el sacaleches manual de Suavinex. Entre darle a la palanquita, sujetar el embudo y demás me faltaban manos, además de que se hacía eterno sacar algo de leche.
Acabé por comprar el Swing de Medela y he de decir que es una maravilla. No hace daño y puedes regular la succión fácilmente. Además no necesita estar conectado a la red, tienes la opción de ponerle pilas.
Foto de www.medela.com
Conclusión: En el caso de querer llevar una lactancia prolongada y que sea incompatible con la jornada laboral, el eléctrico se amortiza con creces. Si por el uso va a ser esporádico, o solo se quiere para aliviar la presión inicial del pecho, con el manual es más que suficiente. Importante contar con que la diferencia de precio es de algo menos de 100 € (de los dos modelos que he tenido yo).
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